martes, 21 de junio de 2016

LIBERACIÓN MIOFASCIAL


LIBERACIÓN MIOFASCIAL

Tensión, dolores, falta de movilidad, agarrotamiento… 
son muchos los síntomas negativos que nuestro 
cuerpo sufre, día a día, por culpa del caótico ritmo 
de vida en el que estamos inmersos. 
Tratar de tomarnos las cosas con calma y unos 
hábitos de vida saludables son fundamentales, 
pero, en muchos casos, necesitamos la ayuda 
profesional para que nuestro cuerpo se sienta mejor 
y, por lo tanto, funcione correctamente. Una técnica 
perfecta para volver a poner a punto al organismo 
es la liberación miofascial.
La liberación miofascial es “una técnica de terapia 
manual que se basa en la aplicación de movimientos 
y presiones sostenidas, dirigidas a todo el sistema 
fascial”. A través de ella, fisioterapeutas especialistas 
en dichas técnicas buscan “liberar las restricciones 
de movilidad de este sistema, devolviendo los 
deslizamientos entre todos los tejidos del cuerpo, 
y haciendo que nuestro cuerpo recupere su equilibrio 
funcional”.
Aunque la investigación del sistema fascial y su 
tratamiento se inició en la primera mitad del siglo XX, 
no fue hasta la década de los 80 cuando se
multiplicaron sus estudios y comenzó a tener una 
importancia clave en el mundo de la fisioterapia. 
Desde entonces se han ido desarrollando una 
serie de técnicas a las que se recurre no sólo en 
la fisioterapia más clásica, sino también en la 
deportiva y en la traumatología.
En su estado normal la fascia se encuentra relajada 
y estirada pero, sin embargo, por culpa de una lesión
una enfermedad, un traumatismo, una incorrecta 
postura corporal, o simplemente estrés o ansiedad
ésta se tensa y puede provocar dolor y falta de 
movilidad. Por este motivo, las manos de los 
fisioterapeutas trabajan en ella para corregir esas 
restricciones y hacer que el organismo se encuentre 
mejor.

¿Qué es la fascia?
El sistema fascial es un gran desconocido para la 
mayoría de las personas, pero una disfunción en 
esta zona puede ser la causante –o agravante– 
de diferentes problemas físicos. En este sentido, 
las fascias son “un tejido, formado por colágeno,
 que recubren todos los músculos y estructuras 
de nuestro cuerpo y cuya función es dar unión 
e integridad a los distintos sistemas del mismo, 
es decir, hacer que el cuerpo funcione como una 
sola unidad”.
El sistema fascial es una especie de entramado 
tridimensional que se reparte a lo largo del cuerpo, 
ya sea en su vertiente superficial (la que envuelve 
todo el cuerpo bajo la cara profunda de la piel), 
o en la más profunda (que envuelve, separa y 
protege los músculos, las articulaciones, los 
huesos o las vísceras).
El hecho de que todo el organismo esté recubierto 
por la fascia hace que su buen estado sea 
imprescindible para que todo el cuerpo pueda 
funcionar correctamente. Y es que el sistema fascial 
no está relacionado únicamente con los típicos 
dolores musculares o articulares por los que solemos 
ir a la consulta de fisioterapia, sino también con otros 
pequeños movimientos fisiológicos pero igual de 
importantes, como puede ser el de la expansión de 
los pulmones cada vez que respiramos.
Uno de los problemas más habituales que afectan 
a este sistema es el síndrome de dolor miofascial 
(SDM), en el que se produce una alteración de la 
longitud correcta del músculo y de su tono muscular 
(también en la de sus músculos antagonistas), lo 
que produce tensión y dolor, por lo que debe ser 
tratado por fisioterapeutas expertos.

El síndrome de dolor miofascial tiene su origen 
principalmente en los llamados puntos gatillo 
miofasciales o trigger points, unas zonas especialmente 
tensas y agarrotadas debido a la incorrecta o deficiente 
contracción muscular. Es en estos nódulos donde nace 
este tipo de dolor, pero es un dolor puntual y profundo 
que también suele referirse a otras estructuras cercanas.
La fascia también puede enfermar, por lo que debemos 
prestarle atención para ganar en salud. Porque, si no 
se tratan, los trigger points pueden llegar incluso a 
modificar la postura corporal y producir problemas en 
otras partes del cuerpo. Para mejorar la calidad de 
la fascia es importante, “tener una alimentación 
equilibrada y una buena hidratación”, ya que los 
suplementos de colágeno o los infrarrojos no tienen 
ninguna incidencia en ella ni en su tratamiento.

Beneficios y contraindicaciones de la liberación miofascial

El principal beneficio de la liberación miofascial es que, 
al mantener el sistema fascial en buen estado y sin 
restricciones provocadas por los puntos de gatillo 
miofasciales, la movilidad de nuestro cuerpo será 
óptima y éste, por lo tanto, funcionará mejor, ya que,
 “al eliminar las restricciones fasciales aumentamos 
la movilidad de todos los tejidos del cuerpo, 
consiguiendo mayor movilidad articular y mejor 
circulación de todos los fluidos corporales”.
Todo esto consigue, a su vez, “eliminar las toxinas que 
se quedan acumuladas entre las distintas capas 
fasciales de nuestro cuerpo”. Por lo tanto, la liberación
 miofascial consigue otros beneficios adicionales 
relacionados con la retención de líquidos, la mala 
circulación sanguínea o la celulitis.
Y es que, “se busca armonizar el movimiento de todos 
los tejidos que conforman nuestro cuerpo”.
Asimismo, el hecho de eliminar los puntos gatillo 
miofasciales hace que se reduzca el dolor localizado 
y se gane en calidad de vida.
Y no podemos olvidar que ayuda a conservar y 
mejorar la correcta postura corporal, por lo que se 
presenta como una buena arma para la prevención 
de lesiones y problemas físicos que se achacan a 
una constante, incorrecta y dañina postura tanto 
en reposo como en movimiento.
La terapia de liberación miofascial también se presenta 
como adecuada en personas con diferentes enfermedades,
como puede ser la fibromialgia, el lupus, la esclerodermia 
o la artritis reumatoide.

Contraindicaciones de la liberación miofascial

Como ocurre con muchas otras terapias, no todo el 
mundo puede beneficiarse de la liberación miofascial, 
y existen ciertas contraindicaciones. Siempre se debe 
contactar con profesionales médicos o fisioterapeutas, 
que son los más indicados para valorar las patologías 
de cada paciente pero, en principio, las personas que 
sufren aneurismas, fracturas, fiebre, tumores, 
enfermedades infecciosas, flebitis avanzada, o 
las mujeres que se encuentran en el primer trimestre 
de embarazo deben abstenerse de seguir esta terapia.

Cómo es una sesión de liberación miofascial

Una sesión de liberación miofascial, que suele 
extenderse a lo largo de una hora, comienza con la 
palpación por parte del fisioterapeuta del cuerpo 
del paciente para determinar en qué estado se 
encuentra el sistema fascial y dónde está alterado.
Una vez diagnosticado el problema, es importante 
calentar la fascia para que ésta sea más manejable; 
para ello, y gracias a que está compuesta de colágeno,
el profesional trabajará con sus dedos, palmas, e 
incluso codos, en la propia fascia, con el objetivo de 
prepararla para su posterior manipulación. En este 
punto, el fisioterapeuta realizará, mediante 
movimientos largos, una serie de estiramientos suaves 
y sostenidos para alargar la fascia y así producir su 
liberación.
Es una sesión tranquila y pausada, ya que se busca 
que la fascia se vaya estirando por sí misma con la
ayuda del trabajo manual, pero nunca forzándola.

Ilesin 21/6/16



jueves, 2 de junio de 2016

APITERAPIA


APITERAPIA


Llega el buen tiempo, al menos en 
el hemisferio norte, y con él las ganas 
de pasar más tiempo fuera de casa 
y disfrutar del aire libre y la naturaleza, 
pero también están ahí los bichitos 
que aparecen con la primavera y que 
tan molestos nos resultan. Sin embargo,
algunos como las abejas son 
fundamentales para el mantenimiento 
del ecosistema, y también guardan 
magníficos secretos para nuestra 
salud y bienestar.
La apiterapia es una terapia natural 
que consiste en el empleo de los 
productos de las abejas –y en especial 
del veneno que inoculan a través de 
su aguijón, la apitoxina– para mejorar
 la salud, y aliviar el dolor y los síntomas 
de diversas enfermedades (hipertensión,
problemas relacionados con el rtitmo 
cardiaco…).
A pesar de que aún faltan estudios 
clínicos más estructurados para 
comprobar todas las posibilidades que 
ofrece la apiterapia para los seres humanos, 
se trata ya de una alternativa empleada 
por muchas personas, e incluso en 
algunos países de Sudamérica está 
integrada dentro de su sistema nacional 
de salud.
Ya eran conocidos, por ejemplo, los 
beneficios de la miel para mitigar los 
molestos efectos de los catarros 
invernales, pero la apiterapia es mucho 
más que eso. Aunque también utiliza los 
productos derivados del trabajo de las 
abejas, su producto estrella es la apitoxina,
el veneno que se encuentra en el aguijón 
de la abeja que, aplicado en dosis muy 
pequeñas y localizadas, puede ayudar 
a mejorar el bienestar de las personas, 
siempre y cuando no sean alérgicas a esta 
sustancia.

Beneficios de la apiterapia y contraindicaciones

La apiterapia basada en la administración 
de apitoxina debe ser aplicada por un 
profesional, puesto que se trata del veneno 
producido por la abeja y, si no se emplea 
correctamente, puede ser muy peligroso 
para la salud.
Los defensores de la apiterapia señalan 
que el contenido de la apitoxina tiene 
grandes beneficios para la salud, y a 
pesar de que hacen falta más estudios 
científicos, entre las propiedades que 
se le atribuyen a esta terapia natural 
destacan:
Los componentes del veneno de abeja 
(principalmente melitina, aunque también 
otros péptidos y proteínas) tienen efectos 
antibacterianos, antifúngicos, antiinflamatorios, 
analgésicos, euforizantes y hasta antitumorales.
Se trata de un producto natural y, por lo tanto, 
se evitan las sustancias químicas presentes 
en otros tratamientos y sus posibles efectos 
colaterales.
La apiterapia también puede ayudar a 
personas con problemas de hipertensión, 
y contribuye a mejorar el metabolismo 
y a eliminar toxinas y edemas.
Favorece el sistema cardiovascular, ya 
que la apitoxina es anticoagulante y 
disminuye el ritmo cardíaco.
Combate el dolor. Precisamente una de 
las aplicaciones más importantes de la 
apiterapia es la de aliviar a los pacientes 
que sufren enfermedades acompañadas 
de dolores crónicos o puntuales, gracias 
a que es un analgésico muy poderoso. 
Por este motivo, se suele administrar a 
pacientes con dolores osteomusculares y
 articulares.
Está indicada para tratar problemas 
relacionados con el estrés o la ansiedad.

Contraindicaciones de la apiterapia

La apiterapia con apitoxina no está indicada 
para todo el mundo y, por ejemplo, las 
mujeres embarazadas deben esperar a 
dar a luz antes de someterse a este tipo 
de tratamiento, para evitar complicaciones 
en el feto. Asimismo, las personas que 
sufren enfermedades infecciosas o de 
transmisión sexual, cardiopatías, cáncer, 
u otras enfermedades crónicas, no pueden 
someterse al pinchazo de veneno de abeja. 
Como siempre, lo ideal es consultar con 
el médico especialista el deseo de realizar 
apiterapia, y que sea él quien valore si 
es recomendable o no.

Productos de las abejas buenos para la salud

La apiterapia se aprovecha del trabajo 
incansable de las abejas para tratar 
ciertos problemas de salud del ser humano. 
Aunque la base fundamental de la apiterapia 
es el veneno de este insecto volador, 
la apitoxina, el resto de los productos que 
fabrican estos pequeños insectos también 
forman parte de este tratamiento natural:

Miel
La miel es el producto de las abejas más 
conocido. Aunque no la usemos diariamente, 
probablemente haya un bote de este líquido 
dulce y viscoso en algún armario de nuestra 
cocina esperando para aliviar los síntomas 
del catarro invernal. Además, la miel es 
energética y vigorizante, cicatrizante y 
desinfectante, y ayuda a hacer la digestión 
gracias a su alto contenido en enzimas.

Cera
No solo sirve para depilarse, también es 
buena para la salud, ya que es nutritiva 
para la piel y el pelo y, por lo tanto, 
perfecta para incluirla en ciertas mascarillas, 
y tiene propiedades emolientes y 
antiinflamatorias.

Jalea real
Aunque se parece estéticamente a la miel, 
la jalea real se prepara sin polen y está 
destinada exclusivamente a las abejas 
reinas, lo que nos da una idea de sus 
excelentes propiedades. La jalea real tiene 
numerosos beneficios para la salud, entre 
los que destaca que es revitalizante y 
estimulante, tiene efectos vasodilatadores, 
mejora la circulación sanguínea, ayuda 
a controlar los niveles de colesterol y 
glucosa en sangre gracias a su alto 
contenido en ácido pantoténico, estimula 
los procesos metabólicos y eleva el 
contenido de hemoglobina en sangre.

Propóoleo
También conocido como própolis, tiene 
propiedades analgésicas, cicatrizantes, 
y antibacterianas, y se están realizando 
estudios que avalen su uso ante 
enfermedades respiratorias, cardiovasculares 
o del tracto urinario.

Polen

Con propiedades revitalizantes y vigorizantes, 
el polen es ideal para personas que sufren 
astenia o cansancio. Además, tiene 
propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

Ilesin 2/6/16