martes, 19 de enero de 2016

CONSTELACIONES FAMILIARES


CONSTELACIONES FAMILIARES

La Constelación familiar es una terapia 
alternativa que toma elementos de la 
antropología social, la teoría sistémica 
y el psicoanálisis.
Es una herramienta terapéutica sencilla 
y eficaz para tratar diversidad de 
problemas personales, familiares, 
laborales y de salud.
Algunos dicen que este trabajo desafía 
cualquier descripción y debe ser 
experimentado. 
Otros dicen que va más allá de la terapia. 
Los terapeutas están sorprendidos por 
la eficacia de este método, que de una 
forma muy rápida y clara, saca a la luz 
la causa del sufrimiento que  la persona 
plantea. Los participantes se van con 
una comprensión de sí mismos, del poder 
del amor  y de las fuerzas que gobiernan 
las relaciones humanas, que les cambian 
la vida. Por eso cada vez mas 
psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas, 
médicos, enfermeras, educadores, 
terapeutas, asistentes sociales, abogados, 
empresarios… 
se interesan por las constelaciones familiares.
Las Nuevas Constelaciones Familiares son 
mucho más que una herramienta terapéutica, 
nos pone en contacto con los movimientos 
más profundos de nuestro alma o ser y nos
revela el amor que está en la fuente de 
nuestra vida. 
La exploración de las dinámicas que perduran 
en nuestro sistema de familia tiene un efecto 
poderoso de sanación y reconciliación, tanto 
a nivel físico como espiritual.
En casi todas las familias hay ciertos hechos 
que tienen un profundo impacto residual en 
todos sus miembros, perturbando la armonía 
familiar. Todo niño está conectado a una 
familia y adopta ciertos roles en la 
estructura familiar. 
Todos los miembros de la familia, incluyendo 
aquellos que están ausentes por muerte y 
separación, están energéticamente presentes 
en la estructura familiar y afectan a los otros 
miembros.
Con este trabajo se logran, una y otra vez, 
traer a la luz lo oculto y hacer visible la causa 
de determinados conflictos. La realidad 
aceptada es liberadora, disuelve las 
implicaciones en viejas ilusiones y abre
 paso a la reconciliación. 
De esta manera la perspectiva se amplía y 
con ella también la responsabilidad.
Las constelaciones familiares sirven para  
liberarnos de aquellas creencias, 
pensamientos y emociones, que no nos 
gustan de nosotros mismos y que aun 
cuando somos conscientes de cuál es 
nuestro fallo ante una situación que 
repetimos frecuentemente (patrones), 
no logramos un resultado satisfactorio.
Una constelación familiar es una técnica 
terapéutica que trabaja directamente con 
el inconsciente, la parte más profunda y 
nuclear de nuestro ser. 
Es en este nivel (inconsciente), 
donde anidan los anclajes negativos más 
fuertes que nos exponen a sentimientos 
dolorosos. 
Hay situaciones de la vida que nos conducen
un estado de intranquilidad, y además 
se repiten constantemente a lo largo de 
ésta sin que podamos cambiarlas.
Las constelaciones familiares  se realizan 
con varias personas que asisten a un 
mismo taller y que no tienen ningún tipo 
de vínculo entre ellas. 
Es importante aclarar que aunque las 
constelaciones familiares se realizan en grupo,
no es una terapia de grupo como tal, ya 
que la dinámica de trabajo es bastante 
diferente a lo que se conoce como terapia 
grupal. Reunidos todos,  incluyendo 
el constelador (terapeuta), se realizan sesiones 
que duran  una mañana o una tarde. 
En un taller se constelan de 3 a 6 personas 
dependiendo de la organización con que 
previamente se haya estructurado el grupo. 
Cada asistente dispondrá de su turno a constelar 
y su constelación durará aproximadamente una hora. 
Durante la constelación, las demás personas 
pasan a formar parte activa de la terapia ya que 
van a ser escogidas para representar las vivencias 
del inconsciente de la persona que está constelando 
(realizando la terapia). Después de cada turno de 
constelación se hace una pausa de 10 minutos
para descansar y se continúa con la siguiente. 
De esta manera la dinámica de trabajo es continua 
y cada persona que asiste realiza un trabajo 
personal y grupal. La mecánica de trabajo es 
estructurada con pautas definidas que se explican 
al principio de cada taller. No es necesario que 
una persona que asista tenga que tener algún 
tipo de conocimiento sobre las constelaciones, 
puesto que la forma de trabajar es ordenada 
y al mismo tiempo vivencial y creativa.
 En resumen, cada persona que asiste a un 
taller de constelaciones familiares realiza un 
trabajo personal, tanto en su constelación como 
en la de los demás: es muy común sentir que 
el rol o roles que ha experimenta cada persona 
como representante, está relacionado con 
aspectos de su vida e historia personal.
Esta modalidad también ofrece la oportunidad 
de sentir y experimentar. 
Es muy recomendable participar como 
representante la primera vez antes de constelar, 
para comprobar en qué consiste la terapia y 
cómo trabajan los terapeutas, especialmente 
si no se ha constelado nunca.
Ahora bien, para poder notar los efectos de 
la terapia de una forma notable lo más 
adecuado es constelar.
Lo que buscamos todas las personas: la paz, 
la dicha y la felicidad. Estas metas son un 
sistema, un conjunto de pensamientos y 
situaciones, que en equilibrio prosperan para 
darnos una vida satisfactoria y relajada. 
Gran parte de los bloqueos y patrones dolorosos 
no siempre son responsabilidad directa de 
nuestras decisiones, puesto que en nuestra 
mente existe un nivel más profundo, 
el Inconsciente, donde anidan instrucciones 
incondicionales, heredadas de nuestros 
ancestros (padres, abuelos, bisabuelos y 
tatarabuelos). Estos patrones pueden hacerse 
visibles en la elección de la pareja, en conseguir 
o no realizar los proyectos de vida, así como 
en las enfermedades.
Temas para constelar

Conflictos de pareja, actual o relaciones del pasado
Problemas con los hijos.
Dificultades en las relaciones familiares.
Exclusión y problemas de relaciones sociales .
Orientación en momentos vitales de cambio.
Recursos para afrontar enfermedades.
Problemas de fertilidad, adopciones.
Desarrollo personal.
Destinos difíciles (muertes prematuras, abortos).
Traumas de la infancia.
Sentimiento de Auto-sabotaje para no conseguir 
éxito económico, profesional, o personal.
Otros temas: herencias, juicios.
Orientación a nivel profesional y proyectos.
Depresión, tristeza y melancolía, con o sin causa 
aparente.
Pérdidas y duelos – Superar sucesos trágicos.

La solución es simple y depende de unos pasos 
estructurados que se realizan durante una 
sección de constelación. En primer lugar, 
el constelador observará las dinámicas que 
se manifiestan en los representantes, quienes 
se prestan para recibir intuitivamente los hechos, 
sentimientos, personas y dinámicas del 
inconsciente de paciente. 
En este grupo de personas que van a estar de
 pie frente al paciente, se van a dar diferentes d
inámicas, sentimientos y sensaciones que 
el constelador evaluará. En base a su formación, 
determinará en qué punto del inconsciente 
personal y colectivo del cliente está ubicado 
el bloqueo de la persona. 
En este punto es importante explicar con claridad 
al paciente lo que esta mostrando el escenario 
presente. Es bastante frecuente que la persona 
que está constelando se sorprenda al escuchar 
verdades que solo él o ella conoce de sus ancestros. 
Al margen de parecer un acto de videncia espiritual, 
el inconsciente se expresa con pautas muy claras, 
científicas  y concluyentes.
En la segunda mitad de una misma constelación 
es cuando el terapeuta comienza a posicionar 
correctamente los elementos en el inconsciente 
del paciente. Pasando por restablecer vínculos 
emocionales heridos en los ancestros, conciliar 
disputas y malos entendidos, hacer que éstos 
tomen responsabilidad por lo que han hecho, 
no desde la culpa ni el juicio, si no desde el amor 
y la integración de sus actos. Éste es uno de 
los aspectos más importantes de la sanación. 
También han podido ocurrir sucesos donde 
al propio inconsciente familiar está tan vinculado 
a otras personas, otros inconscientes,  y aun 
cuando no haya un vínculo consanguíneo pueden 
entrar a formar parte del inconsciente familiar, 
en base a los hechos que hayan sucedido entre 
personas que en apariencia son ajenas. 
Un ejemplo de esto es cuando en uno de 
nuestros antepasados ha cometido o sufrido 
un hecho violento, como un asesinato. 
Tanto el inconsciente de la víctima, como el 
del perpetrador se integran como uno solo, 
pasando a formar parte de la historia del 
inconsciente familiar como con una simbología 
de dolor o rencor. Mientras este hecho violento 
no se saque a la luz de la conciencia, se trabaje 
y se integre, los interesados van a seguir formando 
parte de la historia familia a través de una 
vinculación negativa, como una piedra en el zapato.  
Al encontrar el motivo por el que inconscientemente
la energía del ancestro quedó conectada 
con un hecho violento,  la causa por lo cual 
esto sucedió y el reconocimiento del hecho,  
es cuando aparece el punto de inflexión que 
da paso a la solución. 
Es importante recalcar que para poder realizar 
un movimiento de integración en el inconsciente 
de una persona en un hecho violento, hay que
 exponer la causa por la cual la victima también 
busco inconscientemente al perpetrador, 
ya que toda la responsabilidad no es solo 
del “malo”, si no que se le instrumentaliza 
como un símbolo de un hecho que el inconsciente 
necesitaba realizar. Así el peso del juicio, el 
no querer reconocer la parte de la responsabilidad 
que tiene cada parte, desaparecen y dan paso 
a la reconciliación y la integración de un hecho 
de esta envergadura. En ese preciso instante 
llamado técnicamente instante santo, la línea 
directa que abastece al inconsciente del cliente, 
transmuta su función de dolor a un estado 
de vínculo positivo, y desde ese preciso momento 
comienza a recibir una nueva  información en 
esta rama familiar, información compuesta 
básicamente por un sentimiento de unidad, 
amor y confianza.
Así sucesivamente, a medida que los hechos 
del pasado del inconsciente familiar se van reparando 
o reorganizando a través de las constelaciones 
familiares, el inconsciente personal del paciente 
comienza a abastecerse de información positiva, 
de aceptación hacia sí mismo, de respaldo y 
sabiduría, dejando al margen el ruido de los 
hechos dolorosos que distorsionaban la 
verdadera función de los vínculos del
inconsciente familiar, que es el amor puro 
y satisfacción por las generaciones futuras.

Integración de la sanación.
Puesto que el inconsciente es la parte más 
profunda de nuestro ser, de nuestra mente, 
a medida que los vínculos positivos se 
restablecen en el inconsciente, nuestras 
conductas conscientes se modifican 
cambiando las situaciones en el día a día.  
Por eso la sensación de sentirse bien aparece 
sin previo aviso de una manera sutil y natural, 
y la persona comienza a notar cambios no 
en ella misma en principio, si no en las cosas 
que le suceden. Este es el primer indicio de 
la sanación profunda: mucho antes de que 
una persona tome conciencia de que actúa 
de una manera más positiva consigo misma, 
comienza a percibir un cambio, un nuevo 
color en el mundo que le rodea. Esto es 
un signo inequívoco de que la proyección 
personal que hace del mundo esta
 cambiando de manera positiva; comienza 
a ser consciente de que los estímulos y 
reacciones también  comienzan a tener 
un matiz diferente. La persona no necesita 
aplicar ningún tipo de técnica especial 
después de las sesiones con constelaciones
 familiares, ya que los patrones repetitivos 
que la acompañaban desde siempre, de 
pronto dejan de estar presentes. Cuando 
se ha realizado un trabajo profundo con 
constelaciones familiares, de pronto de 
forma espontánea lo que producía un 
profundo malestar y efectos negativos, 
deja simplemente de estar presente. 
Así pues, la sanación llega de manera 
tranquila natural y sin un esfuerzo intelectual. 
Nadie que asista a una constelación se 
va con deberes a casa de cómo tiene 
que actuar, ya que la mente esta 
supeditada al inconsciente. 
Esto aporta un grado de distensión y
tranquilidad, que restan angustia por 
realizar lo que creemos que es bueno 
desde el nivel mental, dejando que 
así naturaleza y su sabiduría de paso 
a todas las riquezas de nuestras almas.
A todos los beneficios que estar en 
coherencia con nuestro ser nos aporta 
en todas las esferas de la vida.

Ilesin 19/1/16

lunes, 11 de enero de 2016

CROMOTERAPIA

CROMOTERAPIA CUANDO LOS COLORES " SANAN "

Todos los colores guardan su misterio. 
Tanto, que son utilizados para sanar y 
complementar tratamientos médicos. 
Esta terapia recibe el nombre de 
Cromoterapia. 
Tan importantes son los colores que,
 desde hace miles de años, se utilizan 
para curar enfermedades. 
Esta terapia  puede resultar muy efectivo 
como procedimiento terapéutico en 
combinación con otros métodos.
Antes, los médicos operaban de blanco; 
ahora lo hacen de celeste o verde. 
Esto es porque el blanco excita, altera 
el sistema nervioso, en cambio los otros 
dos denotan tranquilidad y relajación. 
También se dice que tonos como el 
amarillo melón y los naranjas la sensación 
de apetito y, por eso, en muchos lugares 
donde se vende comida son utilizados.

¿Cómo funciona la cromoterapia?
En cromoterapia, cada color tiene un 
significado determinado y definido. 
El tono que se utiliza es importante, 
pero también lo es dónde se utiliza. 
La zona superior del cuerpo, de la 
cintura hacia arriba (blusas, camisas, 
poleras, abrigos, chalecos y bufandas) 
se relaciona principalmente con el 
mundo emocional, los deseos y las
necesidades. La zona inferior 
(pantalones y faldas) transmite 
información acerca de las necesidades 
materiales y la energía física que 
maneja la persona, su fuerza y 
dinámica interna.
Los colores influyen directamente en 
las personas y la idea de utilizarlos de 
manera terapéutica es, precisamente, 
para que contribuyan en el equilibrio 
perdido a causa de  padecimientos físicos, 
emocionales o mentales.
La cromoterapia, entonces, podría 
explicarse como un método en el cual 
“se aplica color a través de instrumentos 
sutiles como el bastón atlante, que 
permiten redimensionar la energía 
de los chakras”. 
Si equilibramos, por ende, se armoniza 
la energía de estos centros vitales y 
también las funciones del organismo.  
         
¿Y cómo es el procedimiento de esta terapia? 
Una de las técnicas que hoy se utiliza 
en cromoterapia tiene que ver con la 
incorporación de una síntesis de antiguas 
tradiciones que usan la energía del color 
que viene del sol y la tierra y que se 
puede canalizar a través de técnicas 
de proyección. Algo similar al reiki, pero 
utilizando el concepto del color.
Las aplicaciones del color van lentamente 
hacia lo orgánico, trabajando el concepto 
de foto estimulación, similar a lo que en 
medicina se llama fototerapia pero, 
a diferencia de ella, acá se trabaja con 
los colores del espectro, es decir, no 
se usa ni el UV ni el infrarrojo. 
Depende del tiempo en que se apliquen
podrá verse el efecto que tienen. 
A este tipo de cromoterapia se le llama 
“cromoterapia clínica” para diferenciarla 
de la “energética”, esta última relacionada 
específicamente con los chakras.
Con respecto a cómo son “puestos” 
los colores el diagnóstico es fundamental 
tanto para identificar el problema como 
para comenzar con el trabajo terapéutico. 
Luego de este mapeo, se inicia el 
procedimiento, en el que los colores 
elegidos para realizar la terapia serán 
colocados en los chakras – ubicados 
entre el cuerpo físico y nuestras emociones 
– dependiendo de si el problema está 
en el nivel químico o en el luminoso del éter. 
Sabiendo esto, se trabaja proyectando 
la energía en los centros energéticos y 
en los niveles correspondientes de acuerdo 
a la patología. Eso sí, se deben tomar 
resguardos y aplicar esta terapia con 
mesura, de acuerdo a cada patología. 
Ninguna terapia es totalmente inofensiva, 
por muy simple que pudiera parecer.
Los colores no pueden utilizarse al azar 
ni ser puestos en cualquier lugar del cuerpo, 
porque aplicado por más de diez segundos 
puede generar el efecto contrario a que 
si se aplica por menos tiempo. 
Esto es porque el cuerpo responde de 
una manera polar.
Cuando la medicina convencional reconozca 
la existencia de los campos etéreos y 
de las energías sutiles, va a haber un 
gran desarrollo de las técnicas 
cromo-terapéuticas a nivel mundial 
porque el color y el sonido son vibraciones 
que afectan la energía. Eso sí, son terapias 
que deben emplearse de manera 
complementaria a los tratamientos alopáticos.
El significado de cada uno de los colores

-Rojo. Es estimulante, en especial, porque 
incrementa la energía para facilitar 
la circulación sanguínea. 
No debe usarse en casos de ansiedad 
o perturbación emocional.

-Naranja. Favorece la acción de los chakras 
sacro y bazo. También se utiliza para tratar 
desequilibrios energéticos en los riñones.

-Amarillo. Considerado un color purificante 
y desintoxicante, es utilizado para tratar 
todo tipo de desequilibrio en el cuerpo 
físico; también actúa como antiséptico.

-Turquesa. En combinación con rojo, ayuda 
a erradicar infecciones agudas del flujo 
de energía.

-Azul. Es calmante, por lo que reduce el dolor. 
Puede favorecer el crecimiento espiritual 
y equilibra los patrones del sueño.

-Violeta. Resulta adecuado para los ojos 
y la energía estancada que causa problemas 
nerviosos. Favorece la inspiración, la revelación 
y el desarrollo del ser superior, aunque 
también puede aludir al logro espiritual.

-Magenta. Solo es posible formarlo con 
combinaciones de luces. 
Exactamente por debajo de la frecuencia 
del ultravioleta, la luz magenta activa 
los chakras más superiores. 
A nivel bioenergético, actúa sobre los 
desequilibrios que pueden derivar en 
enfermedades graves y, a nivel emocional, 
permite dejar atrás antiguas relaciones. 
También ayuda a eliminar el desorden 
de nuestra vida.

Ilesin 11/1/16