Muchas de las propiedades de los aceites esenciales están
todavía en estudio o por descubrir, dada la gran cantidad
de sustancias químicas que los componen. No obstante,
la más estudiada es su actividad antibacteriana,
conocida desde la antigüedad, y debida a su contenido
en fenoles y aldehidos, como el timol del aceite del tomillo
y de otras labiadas, de acción antiséptica externa e intestinal
y antihelmítica.
Su poder de penetración cutánea es muy elevado, de ahí
que su aplicación en forma de baños o masajes resulte una
excelente opción terapéutica. Además se eliminan a través
de los pulmones y los riñones, por lo que sus principios
actúan también en estos órganos.
Algunos aceites estimulan las secreciones gástricas y salivares,
contribuyendo al proceso de la digestión. Así, el de manzanillas
antiespasmódico y alivia los retortijones y el dolor; el de
romero favorece el flujo de la bilis al intestino, y el de
menta combate los molestos gases. En estos casos, las
aplicaciones tópicas mediante masajes en la zona abdominal
resultan muy efectivas.
Las Inhalaciones y los masajes en el tórax con aceites
senciales de eucalipto, tomillo, lavanda y orégano tienen
acción expectorante, fluidifican las secreciones bronquiales
y favorecen su eliminación, y son espasmódicos y antisépticos.
Los de manzanilla y geranio se aplican mediante masajes en
la zona sacrolumbar para ayudar a disolver los cálculos urinarios.
Algunas de las esencias son estimulantes del sistema nervioso
cedro, limón y menta- mientras que otras, como la lavanda y
la melisa, resultan magníficos sedantes.
Por último los aceites esenciales actúan como purificadores
del aire cuando se vaporizan y dispersan en el ambiente.
En la Edad Media era costumbre hacer hogueras en las plazas
públicas y echar al fuego plantas aromáticas para ahuyentar
las epidemias y la peste.
A principios del siglo XVI se perfumaban las estancias con
romero, espliego, angélica o menta; de esta forma quedaban
impregnadas de un suave aroma, pero también desinfectadas.
Muchas hierbas son excelentes insecticidas y purificadores
del ambiente. Aunque sin duda la que más perfuma es la rosa,
por su aroma delicado y balsámico.
Cualquier rincón del hogar resulta adecuado para colocar
un cestito de mimbre que contenga una mezcla aromática,
como la que proponemos a continuación: pétalos de rosa,
hojas de laurel, hojas y flores de eucalipto, hojas de nogal,
mirto, tomillo y salvia, mezcladas con jengibre, canela y
vainilla cortados en trozos más bien grandes. Cada vez que
el perfume comience a debilitarse añadiremos unas gotas
de alcohol o esencia de rosas.
En la despensa, para ahuyentar a los gorgojos, podemos
poner hojas de laurel junto a los paquetes de harina,
arroz o legumbres. La naftalina puede sustituirse por
saquitos de seda o muselina rellenos de espliego y toronjil
bien pulverizados. Son igualmente eficaces y de aroma mucho
más delicado.
Hay que aprovechar al máximo las virtudes de los aceites
antes de que comiencen a volatilizarse. Para ello echaremos
unas tres o seis gotitas en la bañera una vez que esté llena.
Después, para que se disuelvan, se remueve bien el agua,
que no tiene que estar demasiado caliente, sobre todo
en los baños estimulantes.
Es mejor tomar los baños sedantes, cuya función es calmar,
relajar y ayudar a conciliar el sueño, por la noche, antes de dormir,
y dejar los estimulantes para la mañana. En este último caso
emplearemos sólo dos gotas de aceite si se tiene la piel sensible,
ya que las sustancias de este tipo pueden resultar algo irritantes.
Son plantas estimulantes la menta, el cedro, el romero, el pino,
el enebro y el limón, y sedantes, la manzanilla, la melisa y la lavanda.
Si se pretende aliviar los pies cansados y el sudor no hay nada
como un baño con aceite de romero, enebro o ciprés.
Para la elaboración de perfumes y aceites para el baño y el
masaje doméstico es recomendable utilizar los aceites suaves y
tomar algunas precauciones. Así, no hay que aplicarlos
directamente sobre la piel, ya que puede irritarla, ni en
el embarazo sin consultar antes con el médico, ya que
algunas de estas sustancias están contraindicadas durante
este período. Por último, debe evitarse el uso prolongado
de un mismo aceite.
Ilesin 6/8/14
muy buen tema bien desarrollado y buenos consejos Ilesin...
ResponderEliminarMuchas gracias mi querido Lao por tu bello comentario.
EliminarMe alegro que te resulte interesante.
Besos.