LIBERACIÓN MIOFASCIAL
Tensión, dolores, falta de movilidad, agarrotamiento…
son muchos
los síntomas negativos que nuestro
cuerpo sufre, día a día, por culpa del
caótico ritmo
de vida en el que estamos inmersos.
Tratar de tomarnos las cosas
con calma y unos
hábitos de vida saludables son fundamentales,
pero, en muchos
casos, necesitamos la ayuda
profesional para que nuestro cuerpo se sienta mejor
y, por lo tanto, funcione correctamente. Una técnica
perfecta para volver a
poner a punto al organismo
es la liberación
miofascial.
La
liberación miofascial es “una técnica de terapia
manual que se basa en la
aplicación de movimientos
y presiones sostenidas, dirigidas a todo el sistema
fascial”. A través de ella, fisioterapeutas
especialistas
en
dichas técnicas buscan “liberar las restricciones
de movilidad de este sistema,
devolviendo los
deslizamientos entre todos los tejidos del cuerpo,
y haciendo
que nuestro cuerpo recupere su equilibrio
funcional”.
Aunque
la investigación del sistema fascial y su
tratamiento se inició en la primera
mitad del siglo XX,
no fue hasta la década de los 80 cuando se
multiplicaron
sus estudios y comenzó a tener una
importancia clave en el mundo de la
fisioterapia.
Desde entonces se han ido desarrollando una
serie de técnicas a
las que se recurre no sólo en
la fisioterapia más clásica, sino también en la
deportiva
y en la traumatología.
En
su estado normal la fascia se encuentra relajada
y estirada pero, sin embargo,
por culpa de una lesión,
una
enfermedad, un traumatismo, una incorrecta
postura corporal, o simplemente estrés o ansiedad,
ésta se
tensa y puede provocar dolor y falta de
movilidad. Por este motivo, las manos
de los
fisioterapeutas trabajan en ella para corregir esas
restricciones y
hacer que el organismo se encuentre
mejor.
¿Qué es la fascia?
El sistema fascial es un gran desconocido para la
mayoría de las
personas, pero una disfunción en
esta zona puede ser la causante –o agravante–
de diferentes problemas físicos. En este sentido,
las fascias son “un tejido,
formado por colágeno,
que recubren todos los músculos y estructuras
de nuestro
cuerpo y cuya función es dar unión
e integridad a los distintos sistemas del
mismo,
es decir, hacer que el cuerpo funcione como una
sola unidad”.
El sistema fascial es una especie de entramado
tridimensional que
se reparte a lo largo del cuerpo,
ya sea en su vertiente superficial (la que
envuelve
todo el cuerpo bajo la cara profunda de la piel),
o en la más profunda
(que envuelve, separa y
protege los músculos, las articulaciones, los
huesos o
las vísceras).
El hecho de que todo el organismo esté recubierto
por la fascia
hace que su buen estado sea
imprescindible para que todo el cuerpo pueda
funcionar correctamente. Y es que el sistema fascial
no está relacionado
únicamente con los típicos
dolores musculares o articulares por los que solemos
ir a la consulta de fisioterapia, sino también con otros
pequeños movimientos
fisiológicos pero igual de
importantes, como puede ser el de la expansión de
los pulmones cada vez que respiramos.
Uno de los problemas más habituales que afectan
a este sistema es
el síndrome de dolor miofascial
(SDM), en el que se produce una alteración de
la
longitud correcta del músculo y de su tono muscular
(también en la de sus
músculos antagonistas), lo
que produce tensión y dolor, por lo que debe ser
tratado por fisioterapeutas expertos.
El síndrome de dolor miofascial tiene su origen
principalmente en
los llamados puntos gatillo
miofasciales o trigger points, unas zonas
especialmente
tensas y agarrotadas debido a la incorrecta o deficiente
contracción muscular. Es en estos nódulos donde nace
este tipo de dolor, pero
es un dolor puntual y profundo
que también suele referirse a otras estructuras
cercanas.
La fascia también puede enfermar, por lo que debemos
prestarle
atención para ganar en salud. Porque, si no
se tratan, los trigger points
pueden llegar incluso a
modificar la postura corporal y producir problemas en
otras partes del cuerpo. Para mejorar la calidad de
la fascia es importante, “tener
una alimentación
equilibrada y una buena hidratación”, ya que los
suplementos
de colágeno o los infrarrojos no tienen
ninguna incidencia en ella ni en su
tratamiento.
Beneficios y contraindicaciones de la
liberación miofascial
El principal beneficio de la liberación
miofascial es que,
al mantener el sistema fascial en buen estado y sin
restricciones provocadas por los puntos de gatillo
miofasciales, la movilidad
de nuestro cuerpo será
óptima y éste, por lo tanto, funcionará mejor, ya que,
“al eliminar las restricciones fasciales aumentamos
la movilidad de todos los
tejidos del cuerpo,
consiguiendo mayor movilidad articular y mejor
circulación
de todos los fluidos corporales”.
Todo esto consigue, a su vez, “eliminar las
toxinas que
se quedan acumuladas entre las distintas capas
fasciales de nuestro
cuerpo”. Por lo tanto, la liberación
miofascial consigue otros beneficios
adicionales
relacionados con la retención de líquidos, la mala
circulación
sanguínea o la celulitis.
Y es que, “se busca armonizar el movimiento
de todos
los tejidos que conforman nuestro cuerpo”.
Asimismo, el hecho de eliminar los puntos
gatillo
miofasciales hace que se reduzca el dolor localizado
y se gane en
calidad de vida.
Y no podemos olvidar que ayuda a conservar
y
mejorar la correcta postura corporal, por lo que se
presenta como una buena
arma para la prevención
de lesiones y problemas físicos que se achacan a
una
constante, incorrecta y dañina postura tanto
en reposo como en movimiento.
La terapia de liberación miofascial también
se presenta
como adecuada en personas con diferentes enfermedades,
como puede
ser la fibromialgia, el lupus, la esclerodermia
o la artritis reumatoide.
Contraindicaciones de la liberación miofascial
Como ocurre con muchas otras terapias, no
todo el
mundo puede beneficiarse de la liberación miofascial,
y existen ciertas
contraindicaciones. Siempre se debe
contactar con profesionales médicos o
fisioterapeutas,
que son los más indicados para valorar las patologías
de cada
paciente pero, en principio, las personas que
sufren aneurismas, fracturas,
fiebre, tumores,
enfermedades infecciosas, flebitis avanzada, o
las mujeres que
se encuentran en el primer trimestre
de embarazo deben abstenerse de seguir
esta terapia.
Cómo es una sesión de liberación miofascial
Una sesión de liberación miofascial, que
suele
extenderse a lo largo de una hora, comienza con la
palpación por parte
del fisioterapeuta del cuerpo
del paciente para determinar en qué estado se
encuentra el sistema fascial y dónde está alterado.
Una vez diagnosticado el problema, es
importante
calentar la fascia para que ésta sea más manejable;
para ello, y
gracias a que está compuesta de colágeno,
el profesional trabajará con sus
dedos, palmas, e
incluso codos, en la propia fascia, con el objetivo de
prepararla para su posterior manipulación. En este
punto, el fisioterapeuta
realizará, mediante
movimientos largos, una serie de estiramientos suaves
y
sostenidos para alargar la fascia y así producir su
liberación.
Es una sesión tranquila y pausada, ya que
se busca
que la fascia se vaya estirando por sí misma con la
ayuda del trabajo
manual, pero nunca forzándola.
Ilesin 21/6/16
Ilesin 21/6/16
Hola Ilesin.. Una sesión pausada y tranquila, es lo que necesito tras un viaje trepidante pero muy aprovechado. Poco a poco estaré contigo te mando un abrazo..
ResponderEliminarEso lo necesitamos todos después de vivir algo intensamente.
EliminarBesos
Le conocía por otros nombres, pero en la cultura oriental es bien sabido que hay partes específicas que actúan como mapas generales del cuerpo, como lo es la reflexología o la auriculoterapia, las masajes faciales no son la excepción, muy buenos para aliviar tensiones y desbloquear energías estancadas.
ResponderEliminarAsí es querida, pero a pesar de los muchos nombres los beneficios son ideales.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
besos
Siempre es gratisimo pasarse por aca pues asombras con las cosas que nos regalas
ResponderEliminarMe pondere al tanto de lo que hoy nos ofreces.
Gracias
Me alegro que te resulte interesante lo que aqui expongo para el conocimiento de todos.
EliminarBesos
Hola Ilesín,
ResponderEliminarMi madre tiene fascitis en un pie a raíz de romperse un gemelo. Le comentaré que lea la entrada. A ver si se anima aprobar este terapia, le podría ayudar.
Gracias por compartir y así, ayudarnos.
Besotes.
Esa es la base de este espacio dar información y ayudar a que encontréis soluciones.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Besos
todo muy bien descrito, gracias por tus entregas, besos
ResponderEliminarMuchas gracias q ti por dejar tu huella, me alegro que sirvan para que esteis informados y encontréis nuevas salidas.
EliminarBesos
Hola Ilesin, con certeza puedo dar Fe de su eficacia. Estoy en la Unidad del Dolor por circunstancias ajenas al síndrome pero al final está englobado dentro de las patologías que me tratan. Después de 20 años dedicada a la "Medicina Alternativa" y ejerciendo con mucho amor a mi trabajo ...un día las cosas cambian y estoy en proceso de recuperación. Una de las terapias que me aplican es la de trabajar los puntos relacionados con el síndrome miofacial. De igual forma trabajando las distintas terapias que expones en tu blog. Les animo a todos tus lectores que sigan tus consejos porque tienes un blog estupendo y formativo. Un beso con un soplo de energía . Besosss
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida Candela por tus hermosas palabras, me alegro que creas que este espacio es importante, por que para ello ha sido creado para dar información y ayuda a quienes lo necesitan. Cuídate mucho.
EliminarBesos