domingo, 27 de septiembre de 2015

FANGOTERAPIA


FANGOTERAPIA

La fangoterapia es una terapia alternativa con mucha 
historia ya en el antiguo Egipto se utilizaban cataplasmas 
de barros, en ocasiones enriquecidos con alguna hierba 
medicinal, para tratar ciertos dolores musculares o 
inflamaciones, que consiste en embadurnarse cara 
o cuerpo con barros o fangos que contienen diversas 
propiedades beneficiosas, tanto desde el punto de 
vista estético, como medicinal.
Aunque la técnica se ha ido puliendo con el paso 
del tiempo, y actualmente se conocen mejor los 
efectos de los fangos en el organismo, la base continúa 
siendo casi la misma siglo tras siglo: cubrir la zona 
de piel a tratar con fangos, o una mezcla de barro y 
agua medicinal, y esperar unos minutos a que 
haga su efecto (normalmente cuando se seca), para 
después pasar a retirarla con agua.
En líneas generales, se puede decir que la fangoterapia 
tiene propiedades remineralizantes, purificantes, 
calmantes y estimulantes, aunque esto dependerá 
del tipo de barro utilizado, puesto que el contenido 
mineral de la tierra que se utiliza varía mucho de 
unos lugares a otros.
TIPOS DE FANGOS Y BARROS
Aunque la fangoterapia engloba todos los tratamientos 
que se realizan con tierra, hay que diferenciar, 
en primer lugar, entre fangos y barros, puesto que 
los primeros se extraen de los fondos del mar, 
manantiales o lagos, mientras que los barros 
provienen directamente de la tierra. Esto hace 
que generalmente los fangos sean mucho más 
ricos en oligoelementos y, por lo tanto, más 
apreciados para tratar diferentes afecciones, 
o simplemente como tratamiento estético.
El barro más común es la arcilla que, a su vez, 
se puede encontrar en diferentes variedades 
con distintas cargas minerales y, por lo tanto, 
diversas aplicaciones médico-estéticas. 
Así, podemos encontrar arcillas verdes 
(la más común y usada para purificar la piel), 
amarilla, rosada, negra, roja, verde, gris, y 
hasta blanca, la única que puede ingerirse y 
ayudar a tratar problemas digestivos desde 
el interior del organismo.
La arcilla se extrae de capas profundas de la 
tierra y se somete a un proceso de filtrado 
y secado, que sirve para matar ciertos 
organismos microscópicos que pueden ser 
perjudiciales para el ser humano. Debido 
a que se distribuye seca, es necesario 
hidratarla con abundante agua mineral antes 
de aplicarla en la zona a tratar; esto permite, 
además, que se puedan añadir aceites esenciales, 
plantas medicinales, o aguas minerales específicas, 
durante su preparación, por lo que el tratamiento 
puede ser muy personalizado.
Los fangos, sin embargo, se extraen del fondo 
de mares, lagos, pantanos…, y se conservan 
con toda la humedad y riqueza de esas tierras 
y aguas. Aunque lo más común es aplicarse 
dichos fangos en origen, hoy en día la industria 
cosmética se ha encargado de distribuirlos 
mundialmente, lo que permite disfrutar de 
sus beneficios en los centros de estética, o en 
nuestra propia casa. Eso sí, hay que leer bien 
el etiquetado y asegurarse de que se trata 
de productos de calidad, ya que es muy 
frecuente encontrar mezclas que, aunque efectivas, 
contienen menos carga mineral que en origen.
Al igual que con la arcilla, también los fangos 
se puedes subclasificar. En este caso normalmente 
se realiza de acuerdo al origen del mismo. 
Así, los fangos marinos son ricos en sales minerales 
y algas microscópicas, lo que hace que sean 
ideales como drenantes, para activar la circulación 
sanguínea y atacar la celulitis. Por su parte, 
los fangos procedentes de ríos y pantanos 
tienen más carga en azufre y ciertos ácidos, 
por lo que suelen ser aconsejados para tratar 
lesiones musculares por su efecto sedante. 
Por último, los fangos extraídos en zonas volcánicas 
son muy ricos en oligoelementos, que hace que 
sean los más indicados para tratamientos estéticos, 
remineralizantes o regeneradores.
Ilesin 27/9/15

sábado, 12 de septiembre de 2015

VINOTERAPIA


VINOTERAPIA

La vinoterapia es un tipo de tratamiento de belleza 
que se aplica para el cuidado de la piel, el bienestar 
y la relajación, que aúna las técnicas de los balnearios 
y spa con las propiedades antioxidantes de las uvas 
y el vino. Te mostramos una nueva forma de disfrutar 
y aprovechar los beneficios del néctar más antiguo.
Los tratamientos que abarca la vinoterapia basan su 
filosofía en las propiedades antioxidantes de los 
polifenoles de la uva, unas sustancias químicas con 
las que se componen los productos empleados para
 los diferentes cosméticos usados en esta terapia 
(cremas, mascarillas, aceites, barros de recubrimientos 
y derivados de los sarmientos de la vid). De estos, 
los más importantes y estudiados son el resveratrol 
y los flavonoides, cuya capacidad para luchar contra 
los radicales libres supera, según los expertos, la de 
las vitaminas C y E, lo que los convierte en una de 
las mejores armas contra el envejecimiento de la piel. 
Además, los flavonoides poseen propiedades 
antiinflamatorias que ayudan a evitar la rotura de 
capilares, un punto más a su favor para mimar 
nuestra piel.
En los procesos de creación de estos productos y 
tratamientos se utilizan distintos tipos de uva
de mostos (zumo de uva, antes de fermentar), 
de vinos y de aceites derivados de la uva, además 
de productos cosméticos con moléculas y sustancias 
derivados de la vid y agentes hidratantes naturales.
Los precursores de estas terapias que conjugan 
bienestar y belleza fueron Matilde Cathiard y 
Bertrand Thomas, quienes en 1995 fundaron la 
primera empresa dedicada a productos dermocosméticos 
basados en la uva para el cuidado de la piel, y en 1999 
en Burdeos el primer spa de tratamientos exclusivos 
en vinoterapia, Les Sources de Caudalie. Desde entonces, 
y poco a poco, la vinoterapia se ha ido extendiendo a
países europeos de tradición vinícola como España, 
Italia y Portugal, pero también a todo el continente 
americano y a algunos países asiáticos.

Beneficios de la vinoterapia

Los aceites y otros tratamientos elaborados a partir 
de las uvas y de sus pepitas nutren y fortalecen 
la epidermis. Por ello, la vinoterapia está e
specialmente indicadas para personas con pieles 
envejecidas, apagadas y que necesitan un 
tratamiento anti-aging y reafirmante.
Entre los efectos y beneficios más destacados 
de la vinoterapia están:
  • Hidrata profundamente la piel otorgando 
  • luminosidad y energía y fortaleciendo las 
  • fibras de sostén de la epidermis manteniendo 
  • su elasticidad y firmeza.
  • Mejoran la circulación periférica de la epidermis 
  • favoreciendo la descongestión de las piernas 
  • cansadas y las varices
  • Contrarrestan los efectos negativos del 
  • envejecimiento celular gracias al poder 
  • antioxidante de los flavonoides, rejuveneciendo 
  • y aportando energía a la piel.
  • Los masajes tienen un poder relajante que 
  • libera tensiones musculares, al tiempo que 
  • otorga una agradable sensación de bienestar.
En un principio, la vinoterapia solo está contraindicada 
para aquellas personas que tengan alergia al vino 
o a sus compuestos, así como a mujeres embarazadas, 
en los hidromasajes que contengan vino. Las personas 
que tengan la tensión alta también deben consultar 
con su médico o un experto antes de realizarse 
este tratamiento.
Ilesin 12/9/15